Las exportaciones de aceite de oliva y su consumo a nivel mundial han experimentado en los últimos años un aumento tan significativo, debido especialmente a los efectos favorables para la salud que le atribuyen diferentes investigaciones en el campo de la medicina y a campañas internacionales de promoción, que en este artículo hemos decidido tratar el tema de la exportación.
El año pasado las exportaciones de aceite de oliva de la Unión Europea (UE) alcanzaron un valor de 2.257 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 1,7% del valor total de las exportaciones agroalimentarias comunitarias, según el último informe estadístico mensual de la Comisión Europea.
El ejecutivo comunitario confirma que en la última década las exportaciones comunitarias de aceite de oliva han registrado un crecimiento constante. Los datos de Bruselas detallan que los principales clientes de las exportaciones de la UE durante el año pasado fueron Estados Unidos, seguido de Japón, Brasil, China y Canadá.
Todo esto gracias a que en los últimos quince años el consumo mundial de aceite de oliva se ha multiplicado por 1,8, debido al crecimiento del consumo en los países no miembros del Consejo Oleícola Internacional (COI), que aumenta regularmente en las últimas dos décadas y representa el 24% en la temporada actual, según se desprende del último informe de mercado de este organismo.
Entre los países que no son miembros del COI, la evolución más destacada ha tenido lugar en Estados Unidos durante los últimos 25 años; seguido de Suiza, Australia, Canadá, Noruega y Arabia Saudí, también con un aumento del consumo pero con valores más débiles.
En este sentido, según otro estudio reciente, el aceite de oliva ya se consume en 169 países de los cinco continentes, con un total de 47 países productores. Este informe también revela que el consumo de aceite de oliva a nivel internacional se ha elevado un 6,4% en la última década, mientras que la producción se ha incrementado en un 3,3%.
En cuanto a las tendencias internacionales, en los últimos diez años se han producido notables incrementos de la demanda de oro líquido en naciones como Rusia, Arabia Saudí (uno de los países que Az-Azeytun hemos visitado recientemente de la mano de la Cámara de Comercio de Tortosa), Japón o China, que llegan a alcanzar cifras del 200%.
De esta manera, el aceite de oliva se afianza en los nuevos mercados para crecer en el mundo. El Consejo Oleícola Internacional estima un auge de las ventas del 4,6% este año.
Por eso, la proyección de muchas empresas que quieren promocionarse internacionalmente se dirigen a países a los cuáles el zumo de la aceituna les resulta exótico. Aunque no hay que olvidar los mercados tradicionales y de proximidad (pese a que no crecen en consumo, compran la mayoría de la cosecha), los nuevos mercados ya demandan 200.000 toneladas al año y el Consejo Oleícola Internacional afirma que constituyen el 11% del consumo mundial.
En definitiva, si se quiere vender aceite de oliva en el mundo, es mejor acudir a países que no producen zumo de aceituna de manera industrial.