El estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) manifiesta que un aumento de 10 gr por día en el consumo de aceite de oliva virgen extra está vinculado con un descenso del 10% en el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca y muerte cardiovascular. También reduce hasta un 66% la posibilidad de desarrollar problemas circulatorios en las extremidades y un 30% el peligro de sufrir una fibrilación auricular.
La Universidad de Barcelona ha demostrado que la ingesta moderada de aceite de oliva virgen extra aumenta la esperanza de vida debido a la presencia de polifenoles en el aceite virgen extra.
El ácido oleico ha captado la atención de un grupo de científicos que ha descubierto su alto valor terapéutico para tratar el dolor asociado al nervio periférico y la ansiedad.